A lo largo de los años, diversos estudios demuestran que el consumo moderado de chocolate puede ayudarnos a prevenir muchas enfermedades, como también nos desmitifican muchos mitos que lo rodean. Los Aztecas lo ingerían para dar vigor al corazón, curar enfermedades de la orina y como afrodisíaco. Los mayas, los verdaderos artífices del chocolate, lo consumían en casos de disentería y como estimulante. El chocolate es un alimento con propiedades más o menos saludables, todo depende del tipo y calidad de este.


Como ya he comentado diversos mitos rodean al chocolate, pero la pregunta es ¿Solo son mitos?

El chocolate engorda. Tanto el chocolate como sus derivados son alimentos muy calóricos por su alto contenido en azúcares y grasas. Esto nos hace pensar que nos engorda, pero no es así, si se consume con moderación y sobretodo chocolate negro (con alto porcentaje de cacao).

El chocolate provoca caries. El chocolate contiene taninos, sustancias presentes en los vegetales que dan sabor amargo. Los taninos son ricos en flúor, inhiben la formación de bacterias en la boca y por lo tanto evitan la formación de caries. Además, son astringentes, de manera que podrían favorecer el estreñimiento.

El chocolate es culpable del acné. La relación entre la alimentación y el acné es un tema de debate actualmente. El acné es un desorden hormonal que hace que las glándulas sebáceas segreguen más grasa. Hay cierta controversia entre si la grasa que consumimos se acumula en las glándulas sebáceas o no. Lo que sí que es verdad, es que el chocolate no es el culpable de la aparición del acné, sino que los responsables son el desorden hormonal y la genética (herencia).

El chocolate provoca adicción. El chocolate contiene feniletilamina y alcaloides (teobromina) con propiedades euforizantes y estimulantes que nos harían pensar que son los culpables de la adicción. La feniletilamina es una amina que actúa en el cerebro desencadenando un estado de euforia y bienestar. Los alcaloides excitan el sistema nervioso haciendo que estemos más activos y despiertos frente estímulos externos, aumentando nuestro ritmo cardíaco y favoreciendo la eliminación de orina, por lo tanto, tiene un efecto diurético.
Pero, la adicción al chocolate es psicológica o física?
Si tenemos en cuenta que alimentos como el queso que tiene más feniletilamina no son considerados alimentos que creen adicción, y por otra parte, que el chocolate es utilizado, en muchas ocasiones, como regalo o premio, lo asociamos inconscientemente a un estímulo positivo, podríamos decir que la adicción al chocolate, es más por el hecho de que es un alimento que nos recuerda buenos momentos, o que es un alimento prohibido, que no por la cantidad de feniletilamina que este contiene.

El chocolate es antidepresivo. Es un buen antidepresivo ya que contiene triptófano, precursor de la serotonina, el neurotransmisor del ánimo. Se absorbe bien gracias a los azúcares, que traspasan la barrera hematoencefálica y actúan en el sistema nervioso central. Juntamente con la vitaminas B6 del chocolate, nos ayudan a estar de más buen humor.

El chocolate es afrodisíaco. El triptófano y la feniletilamina, estimulante relacionado con las anfetaminas y segregado cuando la gente se enamora, podrían hacernos pensar que el chocolate es un buen afrodisíaco. Aunque, la cantidad de triptófano que contiene el chocolate es demasiado baja para que este tenga un efecto notable como afrodisíaco.

El chocolate provoca migraña. Se relaciona el chocolate con episodios de migraña debido a su contenido en tiramina, histamina y feniletilamina. Si tenemos en cuenta que el detonante de la migraña es multi-factorial, podemos decir que el chocolate podría ser un desencadenante, pero no el culpable de la migraña.

El chocolate, un buen remedio contra enfermedades cardiovasculares, cáncer, etc. Estudios recientes demuestran que los flavonoles (polifenoles) presentes en el cacao benefician la salud. Los flavanoles, como buenos antioxidantes, ayudan a prevenir la acción de los radicales libres sobre el organismo, previniendo la degeneración de las células del organismo responsables de numerosas enfermedades como el cáncer o las enfermedades cardiovasculares. Entre estos beneficios encontramos que los flavanoles mejoran los niveles de óxido nítrico y prostaciclina (vasodilatadores) y también por efectos directos del chocolate sobre el músculo liso que rodea las arterias o por activación de mecanismos neurológicos, dilatan las arterias y disminuyen la rigidez aórtica un 7% ofreciendo efectos protectores para el sistema cardiovascular. Por lo tanto, si incluimos en nuestra dieta de forma moderada el consumo de chocolate, no constituye un factor de riesgo delante de enfermedades cardiovasculares, al contrario, la evidencia científica demuestra sus bondades como factor protector.

Como escoger el mejor Chocolate?
El chocolate más recomendado es el que tiene un alto contenido en cacao y bajo en azúcar. Cualitativa, nutritiva y saludablemente el mejor es el negro, la leche hace que pierda propiedades antioxidantes, ya que las proteínas lácteas se unen con los antioxidantes disminuyendo su absorción.

Crema facial de chocolate
Estoy segura que muchos habréis oído hablar de los tratamientos de chocolate. Este contiene linolina, una sustancia grasa que regenera pieles secas, humedece la piel, aumenta su hidratación y evita la formación de arrugas. Así que os recomiendo esta crema facial casera:

100g de cacao en polvo, una cucharada de aceite de oliva, añadir leche al mismo momento que se va removiendo llegando a una crema espesa. Aplicarla durante una hora en el cutis y limpiar con agua fría.


Juan Mata (1749): "el chocolate reconforta el estómago y el pecho, mantiene el calor natural, destruye los humores malignos, es apto para los masajes, en las grietas de los pezones y en el tratamiento de las hemorroides".